Até quando ficaremos cegos e agindo como “avestruzes amestrados” que escondem a sua pequena cabeças em pequenos buracos, negando o sucesso de uma Revolução Socialista em um pequeno pais do Caribe, e que ainda tem de enfrentar os embargos impostos pelos países imperialistas, que se arvoram os “guardiões da liberdade e da democracia”.
Será mesmo que somos mesmo livres e somos donos de nossos destinos?
Que liberdade e democracia é esta que temos neste regime impiedoso que nos escraviza?
La marcha infinita (+ Video y Fotos)
16 Abril 2011 20 Comentarios
(Con la colaboración especial de Fidel Alejandro Rodríguez)
Para muchos jóvenes el desfile del 16 de abril no comenzó a las 8 de la mañana, sino en la madrugada, cuando montones nos congregamos en el estadio universitario Juan Abrantes, en las becas, en casas amigas o simplemente en el acogedor muro del Malecón, a la espera de la hora señalada. Como siempre sucede en estos casos, la vigilia devino en poco sueño y mucho jolgorio, y a las cinco de la mañana, cientos de estudiantes empezamos a llenar discretamente la calle 3ra., que nunca había estado tan universitaria.
Finalmente dieron las 8 de la mañana y comenzó un desfile militar que a los presentes nos sonó lejano, algo que salía en la radio pero que no vivíamos. Sufrimos el dilema del que se sabe parte de algo hermoso pero que no puede estar a la suficiente distancia como para admirarlo. Con la esperanza puesta en las futuras retransmisiones, subimos lentamente por la calle Paseo, mezclándonos indisolublemente los jóvenes, los viejos, los estudiantes, los obreros, en esa inequívoca amalgama llamada pueblo.
En algún punto de la marcha, como encantadas por un misterio superior, miles de cabezas se alzaron convocadas por el sonido próximo de unos fugaces aviones; algunos incluso nos afanamos en perseguirlos con la mirada, reminiscencias de infancias aún no acabadas. El sol golpeaba en una mañana que se corría a paso de consignas en defensa del socialismo, pancartas y originales iniciativas en manos del pueblo convocado. Y sin saberlo, llegamos hasta la cima, junto a esa Plaza de la Revolución que tantas veces y por tantas razones nos ha citado. Veloces pasamos junto a la tribuna, emocionados pero concientes de que lo mejor quedó atrás, en la marcha infinita que rememora el día en que, medio siglo atrás, una isla de intrépidos inconformes, decidió adentrarse sin retorno en el camino de la libertad plena del hombre.
Rendidos por la vigilia. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Ha sido una larga noche. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Una escalera es un buen refugio para las parejas. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Las cartas mitigan la espera de horas. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Cualquier sitio es bueno para descansar si se tiene una hamaca. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
La Universidad, lista para arrancar. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Estudiantes de todas las carreras desfilan. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Marchar es un acto de amor. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Los futuros ingenieros no se quedaron fuera. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Banderas. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Montones de jóvenes colmaron la avenida Paseo. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
La Solitaria. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
En cualquier multitud una bandera siempre destaca. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
El ISDI luciendo sus habituales sombreros. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Todo por la Revolución
Uno nunca sabe dónde va a encontrarse una bandera. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Fidel marcha junto a la universidad. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Los deportistas desfila también. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Nuestra meta la Plaza de la Revolución. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Los nuevos alfabetizadores no se perdieron la fiesta. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
Un beso sella la marcha infinita. Foto: Rafael González Escalona/Cubadebate
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